jueves, 5 de junio de 2008

Separaciones


“Thought I'd cry for you forever
But I couldn't so I didn't
people's children die and they don't even cry forever”

(Rejazz , Regina Spektor)


“Ya no sé lo que pensar
Si tu recuerdo me hace bien o me hace mal”

(Tu recuerdo, Ricky Martin)


I
Quién me entiende. Paso meses despotricando contra mi psicóloga, trabándome con ella en intensos rounds de cincuenta minutos, convencida de que sus intervenciones ya no me sirven de nada, incluso escribiendo del asunto aquí mismo, y ahora que ella anuncia “tenemos que charlar el alta”, pienso que quizás este último tiempo no haya sido tan inútil; que quizás alguna cosa que dijo logró sorprenderme; que quizás, después de todo, todavía la necesito.
II
Después de meses de aburrimiento extremo y falta de motivación, de revisar a diario páginas web de consultoras y clasificados, después de una ronda de entrevistas y pruebas que ni para American Idol, consigo por fin un trabajo nuevo: un trabajo que me presenta desafíos, que me obliga a vestirme bonita todos los días, que me hace estar rodeada de objetos hermosos y relacionarme con gente interesante y artística; un trabajo al que hasta puedo ir y volver caminando. Pero mientras hoy de regreso a casa atravieso plazas, parques y embajadas, se me da por extrañar el otro, el aburrido, triste y escondido trabajo viejo, donde todos me conocían y todavía me quieren y podía ir con mi peor jean si quería y donde nadie se permitía dudar por un instante de mi capacidad o talento.
III
En estos últimos meses, descubrí, más que nunca, que los cambios me incomodan. Que por más que los busque y los persiga, me resulta muy fácil verme tentada por el confort de lo familiar. Que mientras en la práctica podríamos decir que ya me olvidé del Chico (porque no lloro más por él, porque me olvidé de su cumpleaños, porque –sea o no para mí– vuelvo a sentir la emoción de descubrir a un hombre del que quiero saber mucho más) sin embargo algunas veces me encuentro, casi por inercia, extrañando algo que en el fondo no estoy segura de extrañar de verdad.
IV
Cuando la falta de garantías del futuro me asusta, cuando algo –quizás terrible, pero quizás maravilloso– está a punto de suceder, el pasado vuelve. El recuerdo como una frazadita que abriga poco, que queda corta en los pies, pero que todavía es tibia y cómoda. Entonces siento esa especie de culpa por haber cambiado, por querer algo distinto, algo mejor. Pero lo distinto y mejor sólo puede aparecer cuando a lo viejo y conocido se le dijo adiós. Y, precisamente, esa es la parte que hoy más me cuesta.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Acompaño y apoyo las mudanzas. Y me encanta como estás escriendo amiga. Ya nos daremos una vuelta por las calles arboladas.
Qué sigan los éxitos.
Te quiero mucho
Pablo

Au drey dijo...

Alice, qué bien lo dijiste!!! Tanto que me convenciste, que este fin de semana definitivamente me invento un rato para hacer limpieza de placares, de cajones, de escritorio.
Hay que tirar lo viejo, hacer lugar para lo nuevo.

EmmaPeel dijo...

Me anoto! necesito un container

Anónimo dijo...

Alice,
millón y medio de puntos para ud. y su blog por citar a Ricky Martin.
Ud. es grosa, sépalo.

respecto del pasado, como dice esta chica tan linda:
"And give me the wounds that I earned
And let me keep the scars". Al resto puede dejarlo ir.

saludos

lenguaviperina dijo...

redondo!

muriel dijo...

Me encanta la forma en la que explicas las cosas que vivis y sentis.
Es muy loco sentirme identificada con algunas de tus frases.
Sos excelente.

Anónimo dijo...

Como diria Cerati: "...poder decir adios es crecer..." pero en ese poder decir adios, a veces, se nos van mas de unas cuantas lagrimitas y un corazon hecho pedazos.
Te quiero amiga! GRACIAS por estar siempre.. con tus palabras y tambien con tus silencios. (lo sabés!!)

Cande Bianchi dijo...

Me siento tan identificada!! En los momentos en los que el piso parece temblar, acercarse a esos lugares o a esas personas con las que nos sentíamos seguras parece ser la solución. Pero lo cierto es que nos deja atados al pasado y no nos permite avanzar, ni crecer. Soy partidaria de que el tiempo cura las heridas, y de que el hombre y la mujer, son animales de costumbre :).

Me encanta tu blog, saludos!!

huellas compartidas dijo...

Muchas veces uno extraña al viejo "yo"... creo que el ser humano tiene esa maldita costumbre de vivir haciendo comparaciones con el pasado... nos cuesta horrores disfrutar el hoy... pero reconozco que la frazadita del pasado es tan tentadora ! aunque ya no abrigue...
Que estes bien...

[Chivi] dijo...

Eso es lo peor, uno siente que esta mejor, y en ese mismo instante un recuerdo lo tira para abajo y hay que empezar de nuevo...
Coincido hay que decirle adiós a lo viejo para que venga lo nuevo...
como cuando hacemos lugar en el placard para guardar ropa nueva :D
besote

Anónimo dijo...

Te consuela saber que somos muchas las que adoramos el mar y la montaña, las que soñamos con NY y con el campo, las que somos adictas al cambio y a la nostalgia? Supongo que no, pero somos.

MelyPaz dijo...

Yo creo que a todos nos incomodan los cambios. Mal que mal, nos llevan a algo desconocido y el temor a lo desconocido está siempre latente. Y no es necesario obligarse a decirle "adiós" al pasado, porque no se va del todo... y cuando se va, lo hace sin que te des cuenta.

Muy linda la primera cita de esta entrada. Ojalá la hubiera leído antes.

Saludos y qué bueno que actualizaste =)

Safira dijo...

esa puta frazadita que queda corta en los pies es realmente terrible... Y lo peor es que deshacerse de ella es tan dificil...
El miedo al cambio es un momento dificil...
Saludos! muy bueno el blog

Florence dijo...

¡Qué todo es que hayas puesto una frase de Ricky M acá arriba!

Dijiste dos cosas muy ciertas: "todo tiempo pasado fue mejor" y "nos gusta la estabilidad". ¿Para qué negarlo? Es así.

Alicia dijo...

Perdón que no conteste a cada uno, se juntaron los comentarios, pero gracias muchas a todos por pasar y opinar.
Y sepan que este blog y su autora adoran a Ricky Martin. Y que si en lugar de una chica heterosexual en sus treintas una fuera un muchachito gay de dieciocho, el único sueño de mi vida sería casarme con él y criar juntos perros labradores en Puerto Rico.
Besos,
A.

Martín dijo...

Que haces Alicia?! Que lindo leerte! Por un lado, me da un poquito de curiosidad tu nuevo trabajo (parece redondo che) y conozco mas que bien esta ambivalencia entre lo viejo (y familiar) y la necesidad de tomar impulso con otra cosa. Besote!

pd: me acabo de dar cuenta que "antes de decir, diré" es parte de Sonajeros... :)

Anónimo dijo...

Aaaaah, qué leeeendooo, qué buen rediseñoooooooo... :)

DNA OníricaMente dijo...

Estamos igual!

knoppix dijo...

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