viernes, 17 de agosto de 2007

Sobreinformación

I
Fue mi cumpleaños. Nunca hago cumpleaños, pero este año hice. Estuvo lindo, mi cumple. Cuando los festejos principales terminaron, mis amigas que tienen hijos (y no los habían traído: era un cumpleaños para gente grande) fueron las primeras en despedirse. Después se fueron los que habían venido en pareja, y quedamos unos diez, los que están solteros (entre quienes me incluyo) y dos o tres que están en pareja pero habían venido a mi cumple sin ella. De las chicas, éramos la Dra., V. y yo. El resto, amigos varones con edades que van aproximadamente desde los 25 a los 35 años. El tema principal de conversación, desde luego, las relaciones hombre-mujer.
II
En un momento, uno de ellos preguntó: -¿Cuántos días después de salir con una mina hay que llamar? Tres días, respondió otro con seguridad. Casi al mismo tiempo, otro respondió dos, y uno más, levantando la voz, dijo: al día siguiente. Alguien mencionó los mensajes de texto y entonces todos coincidieron en que lo más práctico era mandar un mensaje al día siguiente y luego llamar el día preferido por cada uno.
III
La conversación continuó. En un momento, V., la Dra y yo nos miramos. En silencio, comprendimos que estábamos ante uno de esos raros momentos, una puerta a la dimensión del mundo masculino, como esas que se abren en las películas de ciencia ficción por unos pocos minutos cada tantos años. Con sólo mirarnos, acordamos pasar lo más desapercibidas posible y escuchamos. La discusión seguía.
IV
Nos enteramos así de cosas tan útiles como:
-En qué minuto de la primera cita el hombre intenta dar un beso (una primera cita sin al menos un beso, supimos, es un completo fracaso).
-Cuánto debería durar el duelo de una relación (la mitad de lo que duró la relación, dijo uno sin dudar, pero no hubo acuerdo general).
-En qué momento conviene llevar a la chica a una reunión con amigos (porque, claro, llevarla equivale a convertirla en “la primera dama”, y a partir de allí, ella tendrá derecho a reclamar tratamiento de novia).
-Que si la chica se queda a dormir (sub-problema: ¿acompañarla o no a la casa si se va en medio de la noche? ¿es suficiente con pedirle un taxi?) ella debe retirarse del hogar del hombre en cuestión como máximo una hora y media después de haberse levantado de la cama.
V
La información circulaba: se transmitía de los mayores a los más chicos, o de los más experimentados a los más tímidos, con la certeza y simplicidad de los dogmas. Como la fija de una carrera en el hipódromo: un caballo del que nadie conoce más que el nombre, pero que concentra las chances de llegar primero. Datos concretos, casi impersonales. Alguno agradeció el consejo dado en otra oportunidad por otro de los presentes: “ahora yo hago así como dijo fulano, y me da resultado”. Entre tanto número, uno dijo, creo que en chiste: “esperen que abro una planilla de Excel y anotamos todo”.
VI
Ahí se me ocurrió. Entre la necesidad masculina de cuantificar y la femenina de decodificar, es donde se produce el colapso. Nosotras pasamos horas en reuniones grupales intentando descifrar el significado de ese gesto, comprender por qué si repitió y repitió que le gustábamos no llamó al día siguiente sino al cuarto día, o bien no llamó nunca; qué habrá querido decir con eso de “tengo un partido de fútbol el domingo a las 13:30”. Analizamos con paciencia de semiólogos cada frase, el contexto, el tono de voz, la ropa que usábamos, lo que tenía puesto él, el vino que habíamos bebido un rato antes. Horas de teléfono con nuestras amigas íntimas, litros de infusiones consumidas en reuniones destinadas a descubrir por qué y resulta que detrás no hay más que una simple planilla, un conjunto de datos que se aceptan y no se cuestionan.
VII
En un momento, se produjo un silencio. Alguien propuso ir a una fiesta. Otros decidieron irse a dormir. Yo me quedé pensando cuántas conversaciones como estas escuché en toda mi vida. De qué sirve tanta información de primera mano si, a la luz de cada nueva experiencia que se me presenta con un ejemplar del sexo opuesto, entiendo cada vez menos que antes. Quizás lo más inteligente sea evitar el exceso de información: resistir la tentación de espiar esos momentos de sinceridad masculina, y simplemente, no invertir energía en escuchar.

30 comentarios:

Little Snail dijo...

Me parece una muy buena política evitar el exceso de información... A veces uno piensa que todo lo que hace el otro está lleno de motivaciones ocultas, cuando en realidad es mucho más simple. O al revés, cuando uno más trata de simplificar, más complicado se vuelve todo. Supongo que lo mejor es dejarse llevar... es muy fácil decirlo, pero no llevarlo a la práctica. Tal vez la única forma de lograrlo es la experiencia... y leer posts sobre experiencias :)

Feliz cumpleaños!

hea dijo...

Yo no la pienso tanto como hacen mis amigas o los tuyos-porque las chicas también lo hacen: nada de beso en la primera cita, no hablarle si lo tenés conectado al msn, no tener sexo hasta determinado tiempo de seriedad y demás cosas que a mí me parecen sin sentido-. Simplemente hago lo que quiero según el nivel de ganas... sino es muy poco natural.

Y con la regla de no dar un beso en la primera cita y de los hombres conseguir un beso sino es cita frustrada salen complicaciones.

Alleta dijo...

Creo que la unica regla a conocer, es saber que los hombre son basicos y las complicadas somos las mujeres. Nos pasamos horas pensando que quizo decir con eso de que 'tiene juego a las 13:30', y resulta que lo unico que quizo de cirnos es que tiene juego a las 13:30, mas na!!

Anónimo dijo...

para mí, lo más importante, tanto en llamados recibidos como efectuados y mensajes de texto, es no solemnizar el tema. hay que dejar que el tiempo haga su trabajo y comerse las uñas lo menos posible.

Alicia dijo...

Little Snail:
en la práctica a mí me suele salir al revés de lo que pude haber planeado. pero ¿cómo se hace para no adelantarse...?

Merce:
las reglas, me parece, le quitan espontaneidad a todo, pero a veces dan una sensación de seguridad, no?

Alleta:
me encanta que digas "mas na!!!"
(por acá suena simpático y exótico)
y coincidimos.

Voyeur:
amén.

besos para todos!

and... that's it! dijo...

Como siempre, me gustó tu post. Es cierto, con mis amigas tb analizamos que quiso decir pero no dijo?? jajaja. BASTA DE SEMIOTICA! por parte de nosotras... BASTA DE ESTADISTICAS! por parte de ellos.
Al fin y al cabo, en la facultad, estas fueron las materias que mas padecí. Y odié. Y odio.

Las reglas le quitan un poco de naturalidad a las cosas, pero tampoco da el "a mi vieja le caerías re bien" en la segunda salida... En serio que no da. Besos

Alicia dijo...

¿¿¿y hay gente que en la vida real dice eso???
besos y gracias!
A.

Bea dijo...

Siempre decimos lo mismo: no voy a analizar mas, voy a hacer lo que sienta, basta de decodificar...pero despues caemos en la misma trampa una y otra vez. Y les digo a las mas chicas: no, con el tiempo y los tropezones igual no aprendemos y seguimos maquinandonos de la misma manera. Pq no hay formulas. Cuando nos guiamos por el instinto y lo que tenemos ganas (hablarle cuando se conecta al msn, llamarlo si el no llamo) o seguimos las "reglas" del manual no escrito (contestar el mensaje de texto a las 3 horas, no aceptar inmediatamente la segunda cita, etc) ambas pueden fallar, de hecho ambas han fallado y ahi es cuando no sabemos que hacer, ni como es que un hombre y una mujer finalmente pueden relajarse y estar en sintonia. Besos

marina k dijo...

muy buen post, alicia,
me gusta lo agudo y preciso de su mirada.
nos vemos pronto,
marina

Little Snail dijo...

Jajaja, sí, es verdad. Cuando dije que es fácil decirlo pero no llevarlo a la práctica, me refería también a lo que yo suelo hacer, a mí tampoco me sale. Si alguna vez logro no adelantame te aviso y te cuento cómo, pero no creo que suceda en un futuro cercano... Mientras hay que seguir intentando :)

Saludos!!

Las Chichis dijo...

Justamente x eso, hace rato q ya decidi, dejar de intentar entender y empezar a aceptar, o no..
Besos!

Carol dijo...

Feliz cumple!
Al encontrarme en una situación que no entiendo, con un hombre en cuestión, tu post me ayuda a pensar que debo dejar de hacer conjeturas y, sobre todo, evitar que se me caiga una que otra lágrima. Acaso los hombres no pueden estar ocupados o trabajando? (por favor, no me contesten lo que NO quiero escuchar). Como dice voyeur, el tiempo es el que determina lo que tiene que pasar... Pero odio la intriga del "qué será?"! Saludos a todos

Mascaró dijo...

Sólo puedo decir que siempre en este tema soy espontáneo: hago lo que siento. Si me entusiasmó mucho la llamo al día siguiente. O al rato: como William Holden en una película cuyo título no recuerdo.
Y siempre me sale para el carajo.

rck dijo...

Todos ponemos esas reglas, tanto hombres como mujeres, el "como debería ser", y si se sale de esos parametros lo descartamos.

Ayer justamente hablábamos con mis amigos y yo les recomendaba un táctica que descubrí recientemente de casualidad, y tiene un éxito de 100%, y me reí cuando hablabas de los que daban consejos a los otros tipo ritual.

Mascaró dijo...

Dale, RCK, contala.

cafeba dijo...

sin dudas: espontaneidad mata reglas.

Aunque cada uno tiene su manual y ahí vale un imperativo filosófico que reza: equipo que gana no se toca.

En la primera cita hay que llegar a primera base, eso está claro. También está claro que el sms y msn echan por tierra cualquier teoría de cuando llamar. Casi ni hace falta llamar.

feliz cumple.

Anónimo dijo...

eso de "casi ni hace falta llamar" es lo que piensan muchos chicos de hoy, pero me parece que tanto en la amistad como en las relaciones de pareja hace falta escuchar la voz del otro. Para mí, y creo que para cualquiera, no es lo mismo un :D que una carcajada...

ivana gonzález dijo...

por más que una escuche
y se entere de esas cosas que pocas
veces se entera que parecen la verdad revelada, generalmente con cada hombre nuevo va una ingenuidad nueva, sabemos en el fondo como son pero es inevitable el proceso de cuestionar y cuestionar y sobre todo el de sufrir por no entenderlos.
los entendemos pero justamente lo que sufrimos es que sabemos que lo que entendemos a veces es decepcionante

lindo blog,
me pasaré más seguido

ivana gonzález dijo...

alicia no?
me gusto tu post, va tu blog
con escasa edad que tengo me desiulusiona un poco darme cuenta que son iguales de chicos, no tan chicos y bastante grandes
pero creo que es imposible evitar
que con cada hombre nuevo
se genere una especie de ingenuidad nueva

rck dijo...

Noooo Crab! No se puede contar. Es como un mago con sus trucos, los hace una y otra vez pero jamás devela el secreto.

Anónimo dijo...

Me parece que nosotras la complicamos demasiado, participé de más de una sesión entre amigas de "desarme y rearme de mensajes masculinos cifrados (para nosotras)", y no creo que ellos se pasen hoooras pensando "cómo le digo lo que le quiero decir y que suene bien o cómo no le digo lo que no le quiero decir y que tambien entienda". En serio.
Feliz cumple y un gusto conocerla, Alicia.

Alicia dijo...

Chela:
Gracias! Un gusto para mí también, conocerla a usted y a su niño.

Y gracias a todos por engancharse y comentear...
Besos,
A.

Anónimo dijo...

me parece o te robaste mi dulce caballo de mi blogg... creo..creo q es mio...

Alicia dijo...

*marinita*:
al caballito lo chorié del ciberespacio, pero no de tu blog sino de algún otro lado...
pero si la foto la sacaste vos
¿no me la prestás?

Anónimo dijo...

Me encanta tu blog
(debe ser el comentario más salame, pero bueno. me encanta)

Alicia dijo...

Una:
Ponele que sea el comentario más salame. Pero bueno, son los que más me gustan leer...
besos!

Elemental dijo...

Esto de haber sido conejillo de indias (con perdón de Coelho) desprevenido me deja pasmado. Uno creía que estaba teniendo una charla amena con amigos y amigas, y resulta que tanto Alicia como la muy bonita Dra nos tiraban la lengua. Y uno, que es un PELOTUDO, habló. Porque, lo sé, los PELOTUDOS hablan.

En fin, que esto de que uno sea personaje en otros blogs me tiene desacostumbrado.
Pero insisto: luego de Sonia 00, aprendí que el beso va en la primera cita, ponele en el pub después de haber ido al restaurante (nunca en la puerta de la casa de ella, porque ponele que quiera hacer la chanchada le das poco tiempo para incorporar la idea). Y es una regla que aprendí del Ganador y que, desde entonces, funciona.
O será esto de haberme convertido en rockstar, andá a saber.

Medias Negras dijo...

Muy buen texto! creo que es perfecta la visión de donde esta la diferencia entre uds las mujeres y nosotros. El análisis de las circunstancias va por ramas distintas, por lo tanto nunca vamos a entendernos si no tratamos de usar la mentalidad del sexo opuesto...
Sen entiende algo? yo ya estoy mareado... jajaja
Besos
M.N.

Alicia dijo...

Elemental, querido:
Por una vez -y en nombre de todas esas chicas inmortalizadas efímeramente en tu blog- te enterás qué se siente que tus palabras caigan en el post de otro/a.
Es cierto que les estábamos tirando la lengua, pero verás que, para proteger la privacidad de cada uno, no personalicé ni puse links a los blogs de los asistentes(cuando pude haberlo hecho).
Y ¿¿rockstar??? por favooooor....
besos.

Medias Negras:
se entiende algo, mejor dicho casi todo...
besos!
A.

Martín dijo...

Bárbaro! Algo de acá me trajo a la memoria a Jerry Seinfeld y George "pantalones cortos" Costanza. Vuelvo a comprobar que en mí se entremezcla peligrosamente el lado cuantificador y la obsesión decodificadora femenina (aclaro: obsesión paranoica referida a mi caso) Y vuelven a sorprenderme esas metáforas tan lejanas como encantadoras que usas, caso puerta abierta en película de ciencia ficción. Abrazo, a veces es imposible taparse los oídos...